El verano está cada vez más cerca, y con las vacaciones escolares a la vuelta de la esquina, llega el momento en el que nuestra piel está más expuesta a la radiación ultravioleta (UV). Es por ello, y en el marco de “Diciembre, Mes de la Prevención” que conversamos con el dermatólogo de Clínica Andes Salud Chillán, doctor Julio Parra, acerca de los cuidados que deben tener los diferentes tipos de piel y de las recomendaciones que debemos seguir para mantener sano el órgano más grande de nuestro cuerpo.
“Además de ser el órgano más extenso, la piel cumple muchas funciones como la de ser una barrera inmunológica capaz de protegernos de diversos antígenos y contribuir a la termoregulación, por lo que es importante considerar sus necesidades para que cumpla su función correctamente”, indicó el doctor Parra.
Por ello, entre las recomendaciones que entregó están la de elegir una crema que se ajuste a nuestro tipo de piel, para que no quede excesivamente grasa y con ello se estimule la sudoración y pierda agua. También evitaremos que nuestra piel quede seca y escamosa, lo que puede provocar irritación. El uso de protectores solares para evitar los daños causados por la radiación ultravioleta (UV) es fundamental, agregó el especialista.
“Aquí es muy importante preferir un protector con un factor de protección solar de al menos 30, y dependiendo de la exposición de zonas como la cara, orejas, cuello y pecho, buscar una alternativa que cuente con cobertura para el espectro de luz visible y o luz azul. Además las personas deben estar atentas a que este protector cuente con la certificación del ISP y debe ser adquirido en lugares establecidos”, explicó el médico.
En relación a la aplicación, esta debe hacerse en la mañana, a mediodía y a media tarde, o en promedio cada 2 horas, ya que con el paso del tiempo y la sudoración natural se va perdiendo el efecto del protector. “Cuidarnos de la radiación UV, que es algo que debemos hacer durante todo el año, nos protege además de un envejecimiento apresurado de nuestra piel, ya que está comprobado que una sobreexposición acelera ese proceso natural”, aclaró el doctor Parra.
Pieles y factores de riesgo
Los diversos tipos de piel también tienen distintas tolerancias a la radiación UV, por lo que en el caso de los fototipos claros, que en general están asociados a pieles blancas, con pecas, cabellos pelirrojos o rubios y ojos claros, deben extremar los cuidados, ya que son propensos a “quemarse” con mayor facilidad. Por su parte, las pieles más morenas son más proclives a desarrollar manchas, por lo que deben seguir las mismas recomendaciones.
“En el caso de las personas que cuentan con un historial de uso de solarium, de ocurrencia de quemaduras solares e insolaciones en la infancia o en la adolescencia y, sobre todo, quienes tienen antecedentes, ya sean personales o familiares, de cáncer de piel, tienen estadísticamente un mayor riesgo de desarrollar neoplasias en la piel”, agregó el dermatólogo.
¿Cuándo consultar al especialista?
Desde Clínica Andes Salud Chillán el doctor Julio Parra indicó que siempre que exista una lesión sospechosa en la piel, ya sea por su tamaño (superiores a 6 mm) o porque se registre cambios en el mismo o sean asimétricos, tengan bordes irregulares, presenten varios colores, o que en el tiempo se eleve o engrosen, debe controlarse preventivamente.
“También aquellos que presenten un número importante-sobre 50- de lunares y tengan historial o antecedentes”, finalizó.