El verano es, entre muchas cosas, una temporada en la que podemos acceder a una gran variedad de frutas y verduras, a lo que se suman las preparaciones típicas de las vacaciones, lo que supone un aumento del riesgo de contraer Enfermedades Transmitidas por Alimentos (ETAs).
A esto se agrega que tanto en Chile como en diversos lugares del mundo, los brotes de estas enfermedades se están convirtiendo en una problemática emergente por varios motivos, como los cambios y procesos migratorios que se dan cada vez más rápidamente, modificaciones en las condiciones ambientales, así como en las conductas alimentarias de la población.
“Efectivamente, durante la temporada de verano nos encontramos con un incremento en la circulación de virus que afectan al sistema gastrointestinal, que se manifiestan con cuadros de malestar general, dolor abdominal, falta de apetito, náuseas, deposiciones líquidas, y en algunos casos, sensación febril, lo que efectivamente puede afectar lo que todos esperamos sean unas buenas vacaciones”, explicó el Jefe del Servicio de Urgencia deClínica Andes Salud Puerto Montt, doctor Carlos Salazar.
¿Quiénes están más expuestos?
Y si bien, de acuerdo con lo que indica el especialista, es posible controlar gran parte de los síntomas que se asocian a este tipo de enfermedades, existen poblaciones de riesgo a quien es necesario cuidar. “Los adultos mayores, así como los niños pequeños, embarazadas y personas con algún compromiso inmunitario son quienes pueden verse más afectados por los cuadros de fiebre, deshidratación asociada a episodios diarreicos, entre otros síntomas, por lo que es recomendable tener especial cuidado en estos grupos a la hora de alimentarse”, detalló el doctor Carlos Salazar.
¿Cómo evitarlas?
De esta forma, y con el objetivo de minimizar el riesgo de desarrollar ETAs, entre las recomendaciones entregadas por el médico destacan el seguir medidas básicas, como mantener el lavado adecuado de los alimentos, así como de las manos; comprar alimentos en sitios autorizados y que cuenten con los permisos necesarios para su distribución, en especial los que deben congelarse.
“También es importante evitar comer pescados y mariscos crudos, y entender que el limón, por ejemplo, no logra “cocer” el pescado o carne, por lo que estos deben ser cocidos, para así evitar brotes de enfermedades como salmonella, que tienden a subir por el relajo de las condiciones sanitarias”, agregó.
En verano ojo con las cadenas de frío
Debido a las características propias de nuestro país, y los derivados de la pandemia, son varias las familias que han vuelto a vacacionar dentro de Chile, movilizándose y transportando con ellos los alimentos que se consumirán. Pero ahí también se incrementan los riesgos de ETAs.
“Las bacterias y microorganismos son muy sensibles a los cambios de temperatura, por lo que pueden crecer exponencialmente si se rompe la cadena de frío. Por ello, se recomienda contar con unidades refrigerantes y planificar adecuadamente el transporte de los alimentos, o en su defecto, comprar los alimentos que requieren estas condiciones al momento de llegar al lugar de vacaciones. También se puede optar por elegir alimentos que sean fáciles de conservar, incluyendo fruta, comida deshidratada y otros alimentos no perecibles”, finalizó el especialista en Urgencia.
Si se presentan síntomas y se sospecha de una enfermedad transmitida por alimentos, se debe mantener hidratado, vigilar la evolución y si las molestias lo ameritan, acudir al Servicio de Urgencia más cerc