¿Qué es la trombosis y cuántos tipos hay?
¿Has escuchado hablar sobre esta condición? En una nueva conmemoración del Día Mundial de la Trombosis, te invitamos a informarte sobre los factores de riesgo y por qué es importante cuidar tu sistema circulatorio, todos los días.
Aunque hacen su trabajo de forma silenciosa, las venas tienen un rol fundamental en el funcionamiento de nuestro organismo: transportan la sangre desde todos los rincones del cuerpo hacia el corazón, y además, lo hacen luchando contra la fuerza de gravedad.
¿Pero, qué pasa cuando algo bloquea el paso normal de la sangre en las venas, o en las arterias? Surge la trombosis, trastorno producido por la presencia de un coágulo o trombo, que puede ser grave si no se trata oportunamente.
Considerando que cada 13 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Trombosis, conoceremos más sobre qué la provoca, quiénes son más propensos a sufrirla y cómo tratarla.
¿Por qué se produce una trombosis?
Debido a determinados factores, un coágulo de sangre, que es una masa formada por plaquetas, proteínas y células que se adhieren entre sí, puede instalarse en venas o arterias.
El coágulo se produce cuando el cuerpo trata de sanarse a sí mismo. En una situación normal, una vez que se detuvo el sangrado y se reparó lo dañado, este se elimina naturalmente, pero hay ocasiones en que eso no ocurre.
Por esta razón, según los especialistas de Andes Salud, se forman coágulos en donde no deberían, quedan atrapados en las venas, o pueden soltarse y moverse peligrosamente a otros órganos, como los pulmones.
Existen dos tipos de trombosis:
- Flebotrombosis: ocurre cuando se forma el coágulo al interior de una vena, sin presencia de inflamación, pero con alto riesgo de desprendimiento.
- Tromboflebitis: es cuando se forma un coágulo producto de la inflamación de una vena, que está unido a la pared venosa.
Principales factores de riesgo
Los factores más preponderantes en la posibilidad de sufrir una trombosis, son:
- Edad: aunque puede ocurrir a cualquier edad, existe mayor riesgo en personas mayores de 60 años.
- Sobrepeso y/o obesidad: el exceso de peso afecta la función del sistema circulatorio, además de iniciar procesos inflamatorios en el organismo.
- Agresiones o traumatismos: lesiones en las venas por objetos punzantes o proyectiles.
- Cirugía: puede gatillar la formación del coágulo, producto del sangrado durante o posterior a la intervención.
- Embarazo: durante el periodo de gestación, se incrementa la presión en las venas de la pelvis y piernas. Esto también puede perdurar durante hasta seis semanas luego del parto.
- Tabaquismo: el hábito de fumar cigarrillos afecta la coagulación y circulación de la sangre.
- Predisposición genética: existen trastornos hereditarios que pueden alterar la coagulación de la sangre, como la hemofilia, sobre todo cuando se conjugan con más factores que acrecientan el riesgo.
- Cáncer: ciertos tipos de cáncer, como el que afecta al páncreas, estómago, cerebro o pulmones, y algunos de sus tratamientos, como la cirugía, quimioterapia y el uso de catéteres, pueden aumentar la probabilidad de coágulos.
- Presencia de várices: este trastorno ocurre cuando las venas se hinchan por la acumulación anormal de sangre, dificultando el retorno venoso. Si una persona que tiene várices, también se expone a otros factores de riesgo, como el tabaco y la obesidad, el riesgo de trombosis es mayor.
- Uso de pastillas anticonceptivas: dado sus componentes hormonales, de estrógeno y progesterona, uno de sus efectos secundarios incluye la posible obstrucción de vasos sanguíneos de las piernas.
Tiempos prolongados de reposo: puede ocurrir en personas en recuperación de una cirugía, que han sufrido parálisis o por otras causas, como pasar mucho tiempo sentado. La falta de movimiento de las piernas y de sus músculos, entorpece el retorno venoso, aumentando el riesgo de coágulos.
