¿Tienes o has tenido dolor de rodilla? Las molestias en esta articulación se deben a distintos factores y consultar con un traumatólogo a tiempo, puede hacer la diferencia en el pronóstico y el control de los síntomas. Te contamos más sobre las patologías de rodilla más frecuentes.
La rodilla es una de las articulaciones más importantes del cuerpo. Cada parte de su estructura, formada por huesos, cartílagos, músculos y ligamentos, trabajan de manera conjunta para permitirnos caminar, correr, agacharnos y soportar nuestro propio peso.
“Debido a lo esencial de su rol, cuando una o las dos rodillas presentan problemas, esto puede generar un impacto significativo en la calidad de vida y producir dolor crónico, algo que se vuelve discapacitante física y emocionalmente, comentó el doctor Nelson Morales, traumatólogo de Clínica Andes Salud Concepción.
Como señala la Asociación Chilena para el estudio del Dolor y Cuidados Paliativos (ACHED-CP) el 32% de los chilenos sufre de dolor crónico y entre ellos, el dolor de rodilla, causada por patologías como la artrosis, está dentro de las seis más prevalentes.
Causas del dolor de rodilla
Lesiones o problemas mecánicos en rodillas
Tanto en la niñez y adolescencia, como en la adultez, podemos tener lesiones producto de caídas, golpes, actividades repetitivas o sobrecargas que pueden gatillar el dolor de rodilla.
Las lesiones más frecuentes que afectan a esta gran articulación son:
- Desgarros del menisco: los meniscos son cartílagos (hay dos en cada rodilla), ubicados entre el fémur y la tibia, que tienen la función de amortiguar el impacto. Cuando el menisco se desgarra, producto de una torsión o giro acompañado de sobrecarga del peso del cuerpo, esto puede generar dolor de rodilla, hinchazón y rigidez.
Tratamiento: cuando la lesión no es considerable, el reposo, la aplicación de hielo y los medicamentos ayudarán, sin embargo, hay casos en que se requerirá cirugía.
- Lesión del ligamento cruzado anterior: generalmente producido en deportes que implican parar y/o cambiar de dirección de forma brusca, como el fútbol y el esquí, la lesión del ligamento cruzado anterior afecta a esta estructura que conecta el fémur (parte superior de la pierna) y la tibia (canilla), responsable de dar estabilidad a la rodilla.
Tratamiento: “una vez que evaluamos la gravedad de la lesión, puede indicarse un tratamiento conservador, en base a descanso, medicamentos y fisioterapia, o cirugía, cuando existe desgarro del ligamento”, explicó el especialista.
- Bursitis de rodilla: la bursa es un saco de fluido, que actúa como una especie de cojín para reducir el roce e impacto en huesos, músculos y tendones. Cuando la bursa de la articulación de la rodilla se inflama por una lesión, golpe o movimientos repetitivos, como apoyarse durante mucho tiempo en las rodillas, surge la bursitis, que provoca dolor, calor en la zona e hinchazón.
Tratamiento: generalmente, la bursitis puede ir mejorando a medida que pasan los días, por lo que el tratamiento se enfocará en reducir los síntomas y el manejo del dolor con medicamentos. En casos en que persista, se recomendará fisioterapia u otras acciones, como inyecciones con corticoides.
- Tendinitis rotuliana: la rótula es un pequeño hueso triangular y se conecta con la tibia a través del tendón rotuliano. La tendinitis rotuliana puede afectar tanto a personas deportistas como a sedentarias, y se ocasiona generalmente por saltos repetitivos, que producen impacto. Para tratar de reparar los desgarros en el tendón rotuliano, el cuerpo genera inflamación y en consecuencia, hay dolor de rodilla, sobre todo en su parte frontal.
Tratamiento: como agregó el doctor Morales, “para evitar la cirugía, en primera instancia se buscará opciones menos invasivas, como dejar de realizar las actividades que provocaron el dolor, reposo relativo, aplicación de hielo, medicamentos y fisioterapia. En casos más graves, se considerarán infiltraciones y en última instancia, cirugía”.
- Dislocación de la rótula: la dislocación o luxación de la rótula implica el movimiento o desplazamiento de este hueso ubicado en la parte delantera de la rodilla y usualmente se produce luego de un impacto fuerte. Los síntomas incluyen dolor intenso y pérdida de la función de la articulación.
Tratamiento: de forma inmediata, es necesario controlar las señales inflamatorias con reposo, hielo y la elevación de la pierna (encima del nivel del corazón, con un cojín). Luego, se indicará el uso de férula, compresión con vendaje, fisioterapia y corrientes interferenciales.
- Fracturas: una fractura de rodilla puede implicar la rotura de uno de los huesos que conforman la articulación, como la tibia, fémur o la rótula. La causa puede ser variada, desde la práctica de deportes de alto impacto, hasta caídas, accidentes automovilísticos o golpes directos. Produce dolor intenso, hinchazón, dificultad para caminar, doblar la rodilla y espasmos musculares.
Tratamiento: dependiendo de la gravedad de la fractura, el médico indicará el uso de medicamentos, férula o yeso, y de requerirse, cirugía para reparar el daño.
Condiciones degenerativas y otros problemas que generan dolor de rodilla
Como explicó el doctor Nelson Morales, traumatólogo de Clínica Andes Salud Concepción, “existen enfermedades relacionadas al dolor de rodilla que, generalmente, afectan a personas de edad avanzada y se producen por el desgaste durante los años o por factores que favorecen su aparición, como la obesidad, debido a la sobrecarga constante en la articulación de la rodilla”.
Las condiciones degenerativas más frecuentes son:
- Artrosis: es una de las patologías de rodilla de mayor prevalencia y su principal síntoma es el dolor. La artrosis de rodilla es causada, principalmente por el desgaste de los cartílagos de la articulación, y una vez que esto ocurre, comienzan a formarse osteofitos, protuberancias óseas que provocan el roce entre los huesos.
Tratamiento: las medidas conservadoras incluyen medicamentos antiinflamatorios, plantillas de gel, uso de rodillera, control del peso, kinesiología. En casos más avanzados, se podrá realizar una artroplastia (cirugía prostética).
- Artritis reumatoide: la artritis es un trastorno inflamatorio crónico autoinmune y en el caso de la rodilla, afecta el revestimiento de la articulación, causando dolor, hinchazón y molestias para realizar las actividades que anteriormente se desarrollan con normalidad.
Tratamiento: en estos casos se recurrirá a los medicamentos antiinflamatorios, esteroides, antirreumáticos, fisioterapia e incluso, cirugía, para reparar tendones, extirpar el revestimiento inflamado o instalar una prótesis de rodilla.
- Artritis séptica: ocurre cuando las articulaciones, como la rodilla, se inflaman producto de una infección bacteriana o micótica (hongos). Al propagarse por el torrente sanguíneo luego una mordida de animal o traumatismo, las bacterias pueden provocar dolor intenso, incapacidad para mover la rodilla, inflamación y enrojecimiento.
Tratamiento: debido a que es una infección, se administrarán medicamentos antibióticos, además de la extracción del líquido sinovial infectado, mediante aguja. También, podrá realizarse una endoscopía en la rodilla (artroscopia) para el drenaje.
- Gota: es un tipo de artritis, que se caracteriza por episodios repentinos de dolor intenso, hinchazón, enrojecimiento en una o más articulaciones, como la rodilla. Generalmente, se produce por la acumulación de ácido úrico en la sangre, que se genera cuando el cuerpo descompone una sustancia llamada purina.
Tratamiento: para esta condición, se recomendará el uso de medicamentos antiinflamatorios y corticoides. Además, podrán recetarse medicamentos que bloquean la producción de ácido úrico o que faciliten su eliminación. Si has experimentado uno o más síntomas nombrados en esta nota, en nuestra red de clínicas Andes Salud contamos con un equipo de profesionales altamente capacitados en traumatología, para mejorar tu calidad de vida a través de un diagnóstico oportuno.