Las altas temperaturas ya están aquí y con ellas, el sol hizo su entrada triunfal. ¿Cómo podemos cuidarnos de sus rayos y disfrutar al aire libre de manera segura? La clave: el uso de factor solar, idealmente, durante todo el año. ¡Toma nota y descubre los beneficios de aplicarlo a diario!
La piel es el órgano más extenso del cuerpo y tiene funciones esenciales, como ser una poderosa barrera contra factores ambientales dañinos, regular la temperatura corporal y sintetizar la vitamina D que obtiene de los rayos del sol.
Dado su rol como “capa externa” del organismo, el uso de factor solar debe ser parte de la rutina diaria y sobre todo, en la temporada de verano, que es cuando estamos más expuestos al daño de los rayos UVA/UVB.
¿Cuál es la manera correcta de aplicar el factor solar?
El punto de partida para proteger la piel, es aprovechar al máximo los beneficios de utilizar factor solar día a día.
Ya sea en formato de crema o spray, el factor solar refleja los rayos solares, impidiendo que penetren en la epidermis, capa más externa de la piel compuesta de células llamadas queratinocitos, y en la dermis, capa media, constituida principalmente por colágeno y elastina. Mientras más alto sea el factor solar que utilicemos, mayor será el porcentaje de protección.
Para una aplicación eficiente, considera:
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- Elegir un protector solar con factor mínimo 30, idealmente 50+
- Utilizarlo también en los días nublados
- Aplicarlo 30 minutos antes de exponerte al sol
- Reaplicarlo cada 2 horas y si te bañas en la piscina, el mar o transpiras, secar tu piel y aplicar una nueva capa de inmediato
- Cubrir toda la piel con la crema o spray, ya que los rayos UVA/UVB también pueden penetrar a través de la ropa
¿Por qué es importante usar factor solar?
Si quieres tener una piel sana y fuerte, te contamos las principales razones por las que utilizar factor solar, idealmente, durante los 365 días del año, será una decisión acertada y responsable.
Protege de los dañinos rayos UVB/UVA
La radiación proveniente del sol tiene el poder de penetrar en el tejido conectivo de las distintas capas de la piel, causando quemaduras y daño en el ADN de sus células, de forma permanente.
En cuanto a los tipos de radiación y su efecto en la piel, es posible dividirlos en:
- Rayos UVB: penetran las capas superiores de la piel (epidermis y dermis) y producen quemaduras, oscurecimiento y engrosamiento. Son factor de riesgo para el cáncer de piel y además, debilitan el sistema inmunológico y la vista.
- Rayos UVA: alcanzan las capas más profundas de la piel (dermis e hipodermis) y son responsables del envejecimiento prematuro, arrugas y reacciones alérgicas. También, aumentan la probabilidad de desarrollar cáncer de piel.
Es necesario que integremos el uso de factor solar como algo constante y como medida preventiva. También, evitar la exposición voluntaria en las horas de radiación más intensas, entre 11:00 a.m. y 16:30 p.m., acostumbrarnos a usar gorros, lentes de sol con protección UV y evitar a toda costa el uso de solarium o camas solares.
Reduce el riesgo de cáncer de piel
A pesar de que las células de la piel tienen la capacidad de renovarse cada 28 días, el daño provocado por la radiación ultravioleta, es acumulativo e irreversible.
Una persona que se ha expuesto al sol de forma continua y sin protección solar durante su infancia y adolescencia, es decir, durante sus primeros 20 años de vida, tiene un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel en la adultez. Por eso, el uso de factor solar en cada etapa de la vida, ayudará a reducir el riesgo de daño acumulativo.
Junto con usar factor solar a diario e inculcar este hábito en los más pequeños de la casa, también es recomendable realizar el autoexamen de piel a través de la regla del ABCDE.
Cuando observes tus lunares, presta atención a estas señales de alerta:
- Asimetría: una mitad del lunar es distinta a la otra
- Bordes: son irregulares y están mal definidos
- Color: tiene dos o más tonalidades, como café oscuro, negro, rojo, blanco y/o azul
- Diámetro: el área del lunar es mayor a 6 milímetros de diámetro
- Evolución: ha tenido cambios en su color, tamaño y forma
Retrasa el envejecimiento
La dermis es la capa media de la piel y está compuesta por colágeno y elastina, proteínas que en conjunto, aportan resistencia y firmeza a los tejidos, junto con la mantención de su estructura.
A medida que envejecemos, la piel comienza a producir menor cantidad de colágeno y elastina. Sin embargo, una forma de retrasar este proceso, es evitar que los rayos UVA penetren en sus fibras y con la ayuda del factor solar, podemos protegernos del envejecimiento prematuro.
Otros hábitos que podemos integrar para potenciar el efecto antienvejecimiento del factor solar, son:
- Dejar de fumar
- Evitar el consumo excesivo de alcohol
- Beber al menos 2 litros de agua al día
- Limpiar la piel antes de dormir
- Llevar una alimentación saludable, rica en frutas y verduras
Evita la aparición de manchas solares
Ante la exposición al sol, sin la aplicación previa de factor solar, la piel reacciona produciendo melanina, pigmento que tiene como función principal, protegerla del daño producido por la radiación ultravioleta.
Existen distintos tipos de manchas solares que podemos evitar con el uso de factor solar a diario, y entre las más frecuentes, están:
- Lentigos: pueden aparecer por la hiperpigmentación debido al sol o con el envejecimiento. Se observan en las zonas más expuestas, como la cara, manos o piernas, y son localizadas, de color café claro u oscuro.
- Melasmas: son placas o paños de pigmentación café oscuro, más frecuentes en mujeres embarazadas, producto de la acción hormonal. Son de tipo permanente o pueden difuminarse, por ejemplo, luego del embarazo o al dejar las pastillas anticonceptivas.
- Pecas: usuales en personas de piel blanca, y cabello y ojos claros. Pueden presentarse en cualquier zona del cuerpo, pero con mayor predominancia en cara, brazos, pecho y espalda.
- Hidrata la piel
Gracias a los avances en dermocosmética, hoy en día existen cremas hidratantes que, a la vez, cuentan con factor solar, para una doble acción.
En cuanto a este tipo de productos, que para lograr un efecto hidratante, sobre todo cuando hablamos de la piel de la cara, es importante evaluar que la crema utilizada sea de textura ligera y para el tipo de piel indicado, para evitar el exceso de grasitud. También, debemos privilegiar que tenga un factor solar 50+ y siempre reaplicar cada 2 horas.
Para una hidratación efectiva y ayudar a que la piel logre mantener su barrera protectora natural, que evita que se reseque o tenga un aspecto quebradizo, también puedes considerar cremas que contengan ingredientes como:
- Emolientes
- Oclusivos
- Ceramidas
- Aloe vera
- Ácido hialurónico
- Antioxidantes, como la vitamina A y E
Recuerda que antes de elegir los productos que utilizarás en tu piel, es recomendable que acudas a consulta con un dermatólogo, para que te oriente y evalúe qué ingredientes son ideales para ti. En nuestra red de clínicas Andes Salud, ¡contamos con profesionales para ayudarte a protegerla todo el año!
