Los niños al igual que los adultos, pueden presentar patologías o cuadros agudos que deben ser resueltos con una intervención. Al ser pequeños, es normal que para los padres sea importante verificar al equipo que acompañará a su hijo, asegurándose de contar con todas los recursos técnicos y medidas de cuidado que requieren las cirugías infantiles.
En Clínica Andes Salud Chillán, contamos con los profesionales capacitados para resolver la mayoría de estas patologías. La Dra. Tamara Hormazabal, cirujana pediátrica de Clínica Andes Salud Chillán, comenta “habitualmente, el paciente es derivado por su pediatra de cabecera al cirujano pediátrico con un diagnóstico presuntivo el que será confirmado o no por el especialista. Una vez hecho el diagnóstico, el cirujano pediátrico solicitará los exámenes de rutina y planificará esta cirugía.
El momento de realizar la intervención será acordado en conjunto con los padres, si se trata de una patología electiva, cuando se trata de una emergencia quirúrgica, el momento operatorio dependerá de la magnitud de la urgencia y disponibilidad de pabellón quirúrgico”.
Simultáneamente el equipo de enfermería, anestesiología y administrativo, apoya en todo momento al paciente, la familia y equipo médico tratante.
Cirugías infantiles más frecuentes:
- Fimosis.
- Criptorquidia o testículo no descendido.
- Hernias inguinales, umbilicales y de la línea blanca.
- Nódulos subcutáneos: quistes dermoides, pilomatrixomas.
- Varicocele.
- Quiste Sacro coxigeo.
Patología de cirugía plástica y reconstructiva en el niño:
- Lesiones cutáneas: nevos melanocíticos, nevos gigantes, Hemangiomas.
- Labio leporino y papadar fisurado.
- Secuelas de quemaduras.
- Malformaciones auriculares: Orejas prominentes, Anotia, otras anomalias.
- Ginecomastía.
Fimosis
Estrechez del prepucio que impide exponer el glande, en los primeros 4 años de vida se considera una condición fisiológica, excepto los niños que presentan alguna complicación; como infección urinaria sin otra causa, estrechez severa que genera un globo de orina en el prepucio, inflamación del prepucio a repetición, con dolor al orinar (postitis).
En estos casos se opera cuando se diagnostica, en los pacientes sin complicaciones se opera idealmente entre los 4 y 5 años, o a la edad que se diagnostique.
Nota: no se debe forzar el prepucio para exponer glande ya que produce fisuras, dolor, retención de orina y cicatrices permanentes.
Hernias de la pared abdominal en el niño
Son defectos de la pared abdominal de tipo congénito, ubicados a nivel inguinal, umbilical y línea blanca principalmente. Clínicamente pueden evidenciarse desde recién nacido o en edades posteriores.
- Hernia inguinal: aparece un bulto en la zona inguinal con el llanto o el esfuerzo para obrar, que desaparece espontáneamente, puede ser uni o bilateral. Se debe consultar al especialista lo antes posible para planificar cirugía pronto.
- Hernia umbilical: defecto ubicado a nivel del ombligo que protruye o causa dolor con el ejercicio o después de comer, se operan desde los 5 años en adelante, ya que antes pueden cerrase solas.
- Hernias de la línea blanca: pequeños defectos que se presentan como prominencias con el aumento de la presión abdominal, ubicados a lo largo de la línea media del abdomen por sobre el ombligo. Producen dolor y se operan cuando se diagnostican.
Criptorquidia o testículo no descendido
Se llama a la ausencia del testículo en la bolsa escrotal, el niño debe ser examinado en condiciones relajadas y con las manos tibias, en caso contrario se produce falsos positivos ya que existe el reflejo cremasteriano que ante estas circunstancias hace subir el testículo en forma transitoria como mecanismo de defensa. Se presenta con mayor frecuencia en niños prematuros.
El testículo se puede palpar a lo largo del trayecto inguinal o no palpar, en estos casos se debe pedir ecografía testicular.
La edad ideal de operación es al primer año, si se espera más tiempo puede haber atrofia del testículo. No se opera antes del año por la posibilidad que descienda espontáneamente.
Nódulos subcutáneos en el niño
Es frecuente palpar lesiones subcutáneas en distintos lugares corporales del niño, que pueden ser congénitos o aparecer en etapas posteriores de su vida.
Entre los más frecuentes en edades tempranas son los quistes dermoides ubicados en la ceja, frente o cuero cabelludo. Son benignos y se operan cuando se diagnostican.
En edades un poco mayores suelen aparecer lesiones subcutaneas, de color oscura, induradas y dolorosas al roce, se ubican en cara, cuello y extremidades fundamentalmente, pueden ser únicas o mulltiples, con antecedente de algún golpe o picadura de insecto. Estos son los Pilomatrixomas, son benignos y se operan cuando se diagnostican.
Todas estas patologías se resuelven con hospitalizacion de corta estadía, en su mayoría ambulatorias, en donde el niño debe ingresar con el ayuno necesario y sin patología respiratoria agregada, se solicita exámenes de rutina previamente.
Su post operatorio habitualmente es sin complicaciones, aunque siempre existe un pequeño porcentaje de riesgo dependiendo de características propias del paciente y tipo de cirugía.
Con respecto a las patologías del tipo plásticas y reconstructivas, deben ser realizadas por especialista con formación y experiencia en Plástica Infantil que maneje este tipo de Afecciones.