Las altas temperaturas en los meses de verano y los cambios en la conservación, manipulación o almacenamiento de los alimentos, pueden aumentar el riesgo de enfermedades gastrointestinales, como vómitos o diarrea. Toma nota y sigue los consejos de nuestro especialista de Andes Salud, ¡para que puedas disfrutar sin preocupaciones!
¿Estás preparando un viaje familiar para las vacaciones de verano? Tanto para niños y adultos, estos meses son sinónimo de relajo y diversión, pero también, de estar más alerta para evitar las enfermedades gastrointestinales frecuentes de esta época.
“A medida que aumentan las temperaturas, también lo hace la frecuencia de diagnósticos de enfermedades entéricas, un grupo de patologías intestinales causadas por la infección de bacterias, parásitos y virus, que se asocian a síntomas gastrointestinales específicos”, explicó la doctora María El Sarrouh Sucheni, gastroenteróloga Clínica Andes Salud El Loa.
Causas de las enfermedades gastrointestinales
Entre los factores que pueden causar la aparición de problemas gastrointestinales en la época estival, se encuentran:
- Transmisión alimentaria: las altas temperaturas gatillan la proliferación y desarrollo de virus, bacterias y parásitos, y sumado a esto, el quiebre de la cadena de frío, puede propiciar el contagio a través del agua o alimentos.
- Vectores biológicos: insectos como mosquitos o ratones, son capaces de transmitir infecciones por virus, bacterias o parásitos. Al entrar estos en contacto con los alimentos, cubiertos o vasos, también existe mayor riesgo de problemas gastrointestinales.
- Relajo en las medidas de higiene: durante las vacaciones y, sobre todo, si vamos a acampar, podemos olvidar reglas básicas como el lavado de manos frecuente o consumir siempre agua potable.
- Alteraciones del sistema digestivo: cuando sentimos calor, el cuerpo pone en marcha una serie de mecanismos para mantener la temperatura corporal estabilizada, como el aumento del flujo de sangre dirigido a la piel, a través de la dilatación de sus vasos sanguíneos. Esto, a su vez, produce que exista un menor flujo sanguíneo en el sistema digestivo, lo que puede afectar la salud de la flora intestinal.
- Consumo de mariscos contaminados: el alza en la temperatura del mar en la temporada de verano, puede generar un fenómeno llamado “marea roja”, que implica un aumento excesivo en el número de algas microscópicas, que producen un veneno tóxico para el ser humano.
Principales síntomas de enfermedades gastrointestinales
“Las enfermedades gastrointestinales por virus, bacterias o parásitos, generan cuadros leves o más graves, capaces de producir altos niveles de deshidratación, sobre todo cuando afectan a niños o adultos mayores, quienes tienen mayor propensión a sufrir complicaciones”, señaló la especialista.
Los síntomas característicos de los problemas gastrointestinales, son:
- Diarrea
- Vómitos
- Náuseas
- Fiebre
- Deshidratación
- Estreñimiento
- Dolor abdominal
- Acidez estomacal
- Hinchazón
- Decaimiento
- Escalofríos
Microorganismos que proliferan en verano
Si bien, existe una gama de microorganismos que provocan el desarrollo de cuadros gastrointestinales, hay algunos específicos y más frecuentemente asociados a problemas de este tipo en verano:
- Escherichia coli: la mayoría de sus cepas no suelen generar complicaciones y de hecho, esta bacteria vive habitualmente en el intestino humano. Sin embargo, la cepa Escherichia coli O157:H7, generalmente presente en vegetales crudos o carne cruda o poco cocinada, puede producir diarrea, dolor intestinal, náuseas y vómitos. En adultos, el cuadro puede mejorar en una semana, sin embargo, en niños y adultos mayores, suele generar mayores complicaciones e, incluso, insuficiencia renal.
- Salmonella: esta bacteria tiene gran capacidad de proliferación, sobre todo cuando las temperaturas son altas, entre 30°C y 37°C. Transmitida principalmente a través de huevos, pollo, carne de vacuno y de cerdo, provoca síntomas como diarrea, fiebre, escalofrío y dolor abdominal, y su infección es especialmente delicada en personas con sistemas inmunológicos debilitados.
- Campylobacter: la infección por campylobacter está asociada al consumo de alimentos como pescado crudo o poco cocinado, carne de pollo o pavo, verduras mal lavadas o leche no pasteurizada. También, se puede transmitir al tocar o estar en contacto con heces infectadas, por ejemplo, al nadar en agua contaminada o al tocar un animal infectado y llevarse la mano a la boca. Provoca diarrea, vómitos, fiebre y dolor de cabeza.
- Listeria: la listerosis es una enfermedad causada por la bacteria listeria monocytogenes, la cual está presente tanto en la tierra como el agua. A diferencia de otras bacterias, la listeria puede multiplicarse, incluso, en alimentos en ambientes refrigerados. Generalmente se encuentra en productos en conserva, verduras, alimentos crudos o hechos con leche no pasteurizada, y quienes están más propensas a contraerla y deben tener extremo cuidado, son las mujeres embarazadas, ya que afectará en mayor medida al feto.
Cómo prevenir problemas gastrointestinales
Como agregó la doctora María El Sarrouh Sucheni, “definitivamente, uno de los hábitos que siempre debe estar en nuestro día a día, es la higiene personal y también, de cada una de las cosas que consumimos. Estos cuidados se deben extremar cuando pasamos las vacaciones acampando o en lugares al aire libre, pero aplica para todos y a distintas circunstancias”.
Para cuidar tu salud y la de tu familia en estas vacaciones, pon en práctica estas acciones que te ayudarán a prevenir problemas gastrointestinales:
- Lava tus manos después de ir al baño o antes de manipular alimentos. Si no tienes agua, usa alcohol gel.
- Antes de comer frutas o verduras, lávalas muy bien con agua potable.
- Mantén la cadena de frío, refrigerando los alimentos, sobre todo las carnes. Si no es posible, asegúrate de consumir alimentos que no requieran refrigeración, déjalos bien tapados y en un lugar oscuro, nunca al sol.
- No consumas agua no potable o nades en lugares no habilitados. Si no tienes agua potable, solo consúmela luego de haberla hervido, pero privilegia el agua embotellada.
- Limpia y desinfecta cubiertos, superficies o utensilios para evitar la contaminación cruzada.
- Cocina bien los alimentos, sin dejar partes crudas.
- Protege los alimentos de mosquitos u otros insectos que puedan transmitir virus, bacterias o parásitos.
- Evita consumir alimentos comprados en la calle o en lugares no establecidos, que no cuentan con las medidas sanitarias necesarias.
- Cuenta siempre con tu boquitín de verano, equipado con: antisépticos, como alcohol y suero fisiológico, medicamentos, como analgésicos, antiinflamatorios, antidiarreicos, antiespasmódicos, y materiales de curación, incluyendo apósitos, gasas estériles, termómetro y parches adhesivos, entre otros.
Recuerda que ante problemas gastrointestinales y síntomas que no mejoran, debes acudir al Servicio de Urgencia más cercano para evitar complicaciones, como la deshidratación. En nuestra red de Clínicas Andes Salud, ¡estamos cerca de ti para cuidarte en todo momento!