El aumento de la incidencia de cáncer colorrectal en nuestro país y sobre todo, en personas menores de 45 años, es una realidad preocupante. Sin embargo, está en nuestras manos revertir esta tendencia, tomando mejores decisiones en cuanto a nuestros hábitos. Conoce más sobre esta patología, ¡y pon en práctica las recomendaciones de nuestros especialistas!
Cada 31 de marzo, se conmemora el Día Mundial Contra el Cáncer Colorrectal, una fecha que nos recuerda la importancia del autocuidado, para disminuir el riesgo de desarrollar esta enfermedad que hoy, también está afectando de forma importante a la población más joven.
Como explicó el doctor Misael Ocares, coloproctólogo de Clínica Andes Salud Concepción, “este tipo de cáncer se origina en las células de la capa más interna o mucosa del colon o el recto. Producto de distintos estímulos, estas sufren mutaciones en su ADN y comienzan a crecer sin control, formando en un principio pólipos, que luego pueden transformarse en tumores”.
Según cifras del Observatorio Global del Cáncer de la OMS, el cáncer colorrectal es el tercer tipo de cáncer más diagnosticado entre los chilenos (4.261 nuevos casos anuales), luego del de próstata y de mama, y el cuarto más letal. Considerando que su desarrollo se ha vinculado en gran medida al estilo de vida, es importante tomar acción, para evitar que estas cifras sigan creciendo.
¿Qué factores aumentan el riesgo de cáncer colorrectal?
Aunque tal como ocurre con otros tipos de cáncer, el de tipo colorrectal sí puede presentarse por factores genéticos, sólo un 20% de ellos son atribuibles a esta causa.
“Al aumento en la incidencia en personas jóvenes, tiene que ver con el estilo de vida poco saludable que estamos llevando como sociedad. El estrés y la búsqueda de recompensas inmediatas, son protagonistas en esta ecuación y forman un círculo vicioso que nosotros mismos debemos frenar”, advirtió el especialista.
Principales factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal
- Sedentarismo
- Consumo de alcohol
- Tabaquismo
- Ser mayor de 50 años
- Alimentación basada en carnes rojas procesadas y grasas
- Enfermedades intestinales, como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn
- Antecedentes familiares de pólipos y/o cáncer colorrectal
¿Cuáles son los síntomas característicos?
Como en una primera etapa, los pacientes pueden experimentar pólipos, que son pequeñas acumulaciones de células al interior del colon o el recto, no siempre es posible identificar síntomas asociados a estas lesiones precancerosas.
Sin embargo, una vez que esta condición ha avanzado, dando paso a un cáncer colorrectal, se manifestarán distintas señales de alerta que pueden indicar la presencia de la enfermedad, como:
- Presencia de sangre en las deposiciones
- Cambios en la digestión, como diarrea o estreñimiento
- Sensación de no poder evacuar completamente
- Dolor abdominal, que se alivia luego de defecar
- Pérdida de peso sin causa aparente
¿Cuál es el mejor método para diagnosticar el cáncer colorrectal?
Uno de los principales exámenes de detección para este tipo de cáncer, es la colonoscopia, un procedimiento que al igual que la endoscopía, se realiza bajo sedación, a través de un pequeño tubo con una cámara integrada, para poder obtener imágenes del colon y el recto.
“Toda persona mayor de 45 años y sobre todo, quienes tienen factores de riesgo, debieran realizarse una colonoscopia anual como mecanismo de prevención. Como permite detectar la presencia de pólipos, podemos ubicarlos y extirparlos, para reducir el riesgo de cáncer colorrectal”, recomendó el doctor Ocares.
Junto a la colonoscopia, también se utilizarán métodos de detección complementarios, tales como:
- Análisis de sangre y orina, para detectar la presencia de marcadores tumorales, como el antígeno carcinoembrionario.
- Colonoscopia virtual por TAC: a diferencia de la colonoscopia tradicional, este examen no requiere uso del tubo pequeño que se introduce vía rectal, sino que se lleva a cabo a través de un escáner para obtener imágenes transversales de los órganos abdominales.
- Colonoscopia por cápsula: el paciente se traga una cápsula del tamaño de un medicamento, integrada con cuatro cámaras de foto que captan imágenes del colon. Una vez eliminada naturalmente a través de las deposiciones, se analizan los resultados.
¡No esperes a tener síntomas, recuerda que una colonoscopia preventiva puede hacer la diferencia! Si eres mayor de 45 años, consulta con tu gastroenterólogo Andes Salud para que te pueda orientar sobre este examen y otros métodos para prevenir el cáncer colorrectal.