Desde el año 2008 y hasta hoy, cada 6 de marzo se conmemora el Día Mundial del Linfedema, una fecha que busca dar a conocer esta condición que afecta al sistema linfático y destacar la importancia de recibir un tratamiento oportuno, para evitar las dificultades que conlleva.
El sistema linfático es una red de órganos, compuesta por la médula ósea, los ganglios y vasos linfáticos, las amígdalas, el bazo y timo. Su principal función es transportar la linfa, líquido transparente rico en glóbulos blancos (linfocitos), células encargadas de proteger al cuerpo ante las amenazas externas.
El linfedema, ocurre cuando los ganglios linfáticos se lesionan u obstruyen y no son capaces de drenar la linfa, lo que genera la inflamación de los tejidos. Frecuentemente, se presenta en extremidades como brazos o piernas, aunque puede ocurrir en el abdomen, cuello o genitales.
¿Cuáles son los principales síntomas del linfedema?
En ocasiones, las personas que sufren linfedema y que no conocen la enfermedad, pueden pensar que se trata de una inflamación producto de una reacción alérgica, ya que la hinchazón puede comenzar de forma progresiva. Por eso, es muy importante conocer cómo se manifiesta, para buscar ayuda médica y evitar complicaciones.
Dentro de los síntomas característicos asociados al linfedema, es posible identificar:
- Hinchazón de una parte o de la totalidad de una extremidad, que puede ir aumentando con el paso del tiempo
- Sensación de tener la piel tensionada y a ratos, con cosquilleos
- Pesadez y dificultad para mover el miembro afectado
- Piel de apariencia más gruesa y dura
- Tener infecciones de forma recurrente
- Sentir la ropa, joyas y calzado más apretado
¿Qué factores lo pueden causar?
Dependiendo de su causa, el linfedema se puede clasificar en:
- Linfedema primario: ocurre en personas cuyos vasos linfáticos son reducidos, por lo que existe mayor dificultad para el tránsito normal de la linfa a través del organismo. En la mayoría de los casos, el linfedema primario afecta a las piernas y una de las primeras señales, es la hinchazón en el pie. En un principio, puede aliviarse elevando las piernas, pero luego, se vuelve permanente.
- Linfedema secundario: es el tipo más común y ocurre luego de una cirugía, especialmente de tipo oncológico, ya que para tratar algunos tipos de cáncer, como el de mama, próstata o los que afectan a la zona pélvica, es necesario extirpar ganglios y vasos linfáticos, para evitar su ramificación.
Los pacientes en tratamiento de cáncer, que se encuentran realizando sesiones de radioterapia, también pueden presentar más riesgo de linfedema, ya que esta técnica aumenta el riesgo de cicatrización e inflamación de los ganglios linfáticos.
¿Cuál es el tratamiento indicado para el linfedema?
Tratar a tiempo el linfedema, es clave para evitar posibles complicaciones como infecciones en la piel y otras consecuencias, como la septicemia.
Esta grave condición ocurre cuando las bacterias y gérmenes de la infección en la piel no tratada, ingresan al torrente sanguíneo, generando una respuesta inmunitaria exagerada, que puede poner en riesgo la vida.
Las principales acciones terapéuticas que se implementarán en caso de linfedema, y que estarán enfocadas principalmente en el control de los síntomas, incluyen:
- Ejercicios: el movimiento de la extremidad afectada ayuda a facilitar el drenaje de los líquidos estancados.
- Medias de compresión: también utilizadas para prevenir la trombosis, estas medias activan el sistema linfático.
- Masajes de drenaje linfático: la terapia manual incluye una serie de técnicas que buscan activar, a través de una presión ligera, los ganglios y vasos linfáticos para movilizar el líquido y evitar su estancamiento.
- Otros procedimientos: para personas con linfedema en estado inicial, pueden aplicarse técnicas como el trasplante de ganglio linfático y la creación de nuevas conexiones en la red linfática. Para casos más graves, podría realizarse la extirpación de los tejidos endurecidos del área afectada, para mejorar el movimiento.
El linfedema, es una condición que puede limitar tu movilidad y generar complicaciones. Si crees que puedes estar experimentándolo, recuerda que en nuestra red de clínicas Andes Salud, estamos más cerca de ti para orientarte en el tratamiento adecuado. ¡Prioriza tu salud!