Las alteraciones en el ADN de células específicas de la piel y su crecimiento descontrolado, pueden manifestarse inicialmente a través de cambios en la apariencia de los lunares. Con la regla del ABCDE, podemos aprender a observarlos e identificar las señales de alerta a tiempo. ¡Descubre de qué se trata y cómo ponerla en práctica!
El melanoma es un tipo de cáncer que comienza en las células de la piel llamadas melanocitos, encargadas de producir melanina, pigmento que entrega color a la piel, los ojos y el cabello.
Si bien, existen agrupaciones naturales y benignas de melanocitos, las que conocemos comúnmente como lunares, en algunas ocasiones, esos mismos lunares pueden cambiar y comenzar a presentar alteraciones en su forma, color y/o tamaño.
En el marco de un nuevo Día Mundial del Melanoma, el cual se conmemora cada 23 de mayo, te invitamos a utilizar una técnica útil y muy fácil de implementar en tu día a día, para que mantengas a raya tus lunares y puedas consultar con un dermatólogo, ante cualquier sospecha.
¿Qué es la regla del ABCDE?
Es un método de detección precoz recomendado por los especialistas, para la observación de los lunares existentes y de los nuevos que puedan aparecer con el pasar de los años.
“Idealmente, debemos revisar los lunares una vez al mes, luego de la ducha, para ver el cuerpo completo. Si tenemos lunares en zonas difíciles de observar, podemos utilizar un espejo o pedirle ayuda a alguien de confianza. Las fotografías también son útiles para llevar un registro y hacer la comparación”, explicó el doctor Alejandro Sepúlveda, dermatólogo de Clínica Andes Salud.
Con la regla del ABCDE, podemos recordar fácilmente qué anomalías de los lunares debemos observar, a través de una abreviación didáctica que junta las primeras letras de cinco palabras clave.
Considerando lo anterior, las principales señales de alerta en lunares, que pueden aumentar el riesgo de melanoma, son:
- “A” de Asimetría: si una mitad de un lunar no es igual a la otra.
- “B” de Bordes irregulares: cuando el contorno del lunar, no está bien definido.
- “C” de Colores: si existen más de dos tonalidades en un mismo lunar, como café oscuro y café claro.
- “D” de Diámetro: cuando el tamaño de un lunar es igual o mayor a 6 mm, aunque también pueden existir lesiones cancerosas en lunares de menor tamaño.
- “E” de Evolución: si el lunar ha cambiado en cuanto a su forma, tamaño y color, además de presentar síntomas como sangrado y/o picazón.
Cuidar tu piel: todos los días, durante todo el año
Si bien, es cierto que es en los meses de calor, que pasamos más tiempo expuestos al sol, la piel merece un buen cuidado, incluso cuando el cielo está nublado.
“Debemos considerar que el daño en la piel es acumulativo y aunque los melanocitos hacen todo lo posible para protegernos de la radiación solar, su capacidad no es infinita. Mientras más nos expongamos, mayor es el riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer de piel, como el melanoma de extensión superficial, el más común de esa categoría”, aclaró el especialista.
Por eso, recuerda siempre:
- Aplicar bloqueador con factor solar mínimo 30+, todos los días del año y 20 minutos antes de salir.
- No utilizar solarium o camas bronceadoras, ya que también representan un riesgo para la salud de tu piel.
- Considerar tus factores de riesgo, como tener muchos lunares, tener piel clara, ojos azules y cabello rubio, antecedentes familiares de melanoma y la presencia de lunares atípicos.
Utiliza la regla del ABCDE y consulta con nuestros especialistas en dermatología de la red Andes Salud, en caso de cambios en tus lunares. ¡Tu piel te acompaña toda la vida, entrégale el cuidado que necesita!