Dolor agudo, intenso y punzante que comienza en la espalda baja y puede hacer su recorrido hasta llegar a la planta del pie. ¿Lo estás experimentando? Si crees que tus síntomas pueden deberse al daño en el nervio ciático, revisa el artículo y toma nota sobre las principales señales, para consultar con un especialista oportunamente.
Como indica la Organización Mundial de la Salud, los trastornos musculoesqueléticos son la principal causa de discapacidad en todo el mundo y entre ellos, la ciática es una de las patologías con mayor prevalencia.
El nervio ciático es el más largo y grueso del cuerpo. Se origina en la médula espinal ubicada en la región lumbar baja y se extiende hacia abajo, atravesando los glúteos y la parte posterior de la pierna, hasta llegar al pie.
Cuando se ve afectado por alguna lesión o presión, puede originar la ciática, condición que afecta tanto de forma sensorial como motora, o sea, en las sensaciones en esas zonas del cuerpo y en la movilidad para realizar las actividades del día a día.
¿Qué puede causar la ciática?
La ciática se produce cuando el nervio ciático se ve comprimido, irritado o dañado. “Existen distintos factores que pueden aumentar el riesgo de presentarlo, como el envejecimiento, sobrepeso, sedentarismo o enfermedades como la diabetes”, indicó el doctor Javier Román, neurólogo de Clínica Andes Salud El Loa.
Sumado a lo anterior, puede gatillarse por la presencia de condiciones musculoesqueléticas y/o lesiones, como por ejemplo:
- Hernia de disco: ocurre cuando el material gelatinoso del núcleo pulposo de un disco intervertebral se desplaza. La hernia discal es una de las principales causas de la ciática.
- Estenosis espinal: se refiere al estrechamiento del canal espinal, lo que provoca la compresión del nervio ciático.
- Espondilolistesis: sucede cuando una vértebra se desliza hacia adelante sobre otra, presionando e irritando el nervio ciático.
- Síndrome del piriforme: el músculo piriforme se encuentra en la parte posterior de la cadera y puede irritar el nervio ciático si se contrae o se inflama.
- Lesiones o traumatismos en la columna: como fracturas o lesiones por accidentes automovilísticos.
- Tumores: los tumores espinales pueden ejercer presión en la zona y producir síntomas asociados a esta condición.
- Infecciones: las que afectan a la columna vertebral, como la osteomielitis o la discitis.
¿Cuáles son los principales síntomas de esta condición?
Las señales o molestias que pueden alertar sobre la presencia de ciática, pueden variar de una persona a otra, sin embargo, existen síntomas específicos que suelen presentarse en la mayoría de los casos. Entre ellos, están:
- Dolor lumbar o en una sola pierna: se irradia desde la parte baja de la espalda, pasando por el glúteo hacia una o ambas piernas. La sensación puede ser aguda, punzante, quemante o como una descarga eléctrica.
- Debilidad muscular: sobre todo en los músculos de la pierna y el pie que están inervados por el nervio ciático. Esto puede dificultar la capacidad de levantar el pie, mover los dedos de los pies o caminar normalmente.
- Hormigueo y entumecimiento: muchas personas con ciática experimentan sensaciones de hormigueo, picazón o entumecimiento en la pierna afectada.
- Dificultad para mantenerse de pie o sentado: el dolor ciático puede empeorar al estar de pie o sentado durante períodos prolongados. Algunas personas sienten alivio al caminar o acostarse.
¿La ciática tiene tratamiento?
Luego de realizar distintas exploraciones para confirmar el diagnóstico, como un examen físico y exámenes radiológicos y/o imagenológicos, como radiografía, resonancia magnética o escáner, el médico podrá recomendar distintas acciones terapéuticas.
“Lo primero que debemos hacer, es buscar aliviar las molestias y síntomas asociados a la ciática. Esto lo podemos lograr, en su fase aguda, con medicamentos de tipo antiinflamatorio o corticoides, además del reposo para reducir la inflamación en los primeros días. Luego, dependiendo de cada caso y del origen del problema, se recomendará el tratamiento adecuado”, explicó el doctor.
Junto con el reposo y medicamentos, también podrá indicarse:
- Fisioterapia: con un programa de ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la espalda y las piernas, mejorar la flexibilidad y la postura, y reducir la presión sobre el nervio ciático. Además, se pueden utilizar técnicas como la terapia manual, la tracción espinal o la estimulación eléctrica para aliviar los síntomas.
- Inyecciones epidurales: basadas en la aplicación de corticosteroides en la región lumbar para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Estas inyecciones se administran cerca del nervio ciático bajo la guía de imágenes.
- Cirugía: se considera en casos de ciática grave o cuando no se obtiene alivio con otros tratamientos conservadores. Los procedimientos quirúrgicos pueden incluir la reparación de una hernia de disco, la descompresión del nervio ciático o la estabilización de la columna vertebral en casos de espondilolistesis.
Si tienes uno o más síntomas similares a los descritos en este artículo, consulta con nuestros especialistas en neurología y traumatología en tu clínica Andes Salud más cercana, para recibir la orientación que necesitas. ¡No lo dejes pasar!