Tener una preocupación constante por consumir sólo alimentos saludables y orgánicos, al punto de limitar diversos aspectos de la vida por miedo a perder el control. Esta, es una de las características de la ortorexia, un trastorno alimenticio que ha ido en aumento, sobre todo en un grupo específico de la población. ¿Quieres saber más? Nuestros especialistas de Andes Salud te cuentan los detalles.
Comer de forma saludable en el día a día, es muy beneficioso para la salud. Sin embargo, cuando se convierte en un hábito que genera restricciones, puede ser un problema.
La ortorexia nerviosa es la obsesión patológica por consumir sólo alimentos saludables y de tipo orgánico, es decir, no industrializados o tratados, excluyendo de la dieta grupos alimenticios completos, catalogados como “prohibidos”, inicialmente el usuario parte con la idea de mejorar su salud, tratar una enfermedad o perder peso, convirtiéndose finalmente la dieta en un aspecto obsesivo aumentando cada vez más la restricción alimentaria.
Como explica Nataly Espinoza, nutricionista de Clínica Andes Salud El Loa, “la ortorexia es un cuadro obsesivo-compulsivo, que puede afectar en gran medida la calidad de vida, debido a lo restrictivo que puede llegar a ser. No sólo puede perjudicar la salud, debido a la falta de variedad en nutrientes, sino que también generar aislamiento social, ansiedad y depresión”.
Aunque la ortorexia no ha sido incluida oficialmente como trastorno en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), es un problema de salud que cada vez más personas enfrentan, por lo que conocer los principales síntomas es clave para identificarlo y así, consultar con un especialista para recibir apoyo.
¿Cuáles son los síntomas de la ortorexia?
Aunque el objetivo principal de las personas con ortorexia no es una reducción y/o control del peso, como ocurre en la anorexia o en la bulimia, las restricciones alimenticias a las que se someten pueden llevar a una pérdida no intencionada de peso, malnutrición y a otras consecuencias.
Una persona con ortorexia, puede presentar síntomas o conductas, como:
- Obsesión por la calidad de los alimentos: las personas con ortorexia suelen preocuparse en exceso por la calidad de los alimentos que consumen, evitando alimentos procesados, con aditivos, conservantes, transgénicos o considerados «no saludables».
- Restricción dietética extrema: pueden eliminar grupos enteros de alimentos de su dieta, como los carbohidratos, los lácteos, la carne, o incluso ciertas frutas y verduras, creyendo que estos son perjudiciales para la salud.
- Preocupación constante por la preparación de alimentos: pasan mucho tiempo planificando, comprando y preparando comidas, a menudo buscando ingredientes específicos o productos orgánicos.
- Ansiedad relacionada con la comida: experimentan ansiedad o culpa si consumen alimentos que consideran no saludables o si comen fuera de su plan de alimentación estricto.
- Aislamiento social: la ortorexia puede llevar al aislamiento social, ya que las personas con este trastorno pueden evitar situaciones sociales que involucren comida, como cenas con amigos o familiares.
- Preocupación constante por la salud: las personas con ortorexia a menudo están obsesionadas con la idea de que una dieta «perfecta» es esencial para mantener una buena salud y evitar enfermedades.
- Dificultades en la vida cotidiana: la ortorexia puede interferir en la vida diaria, causando estrés, ansiedad y dificultades en las relaciones personales.
¿Cómo se puede abordar para tratarla?
Considerando las consecuencias que puede tener en la calidad de vida y bienestar, es importante contar con el apoyo de un equipo integral de especialistas, para descubrir las causas y recomendar el tratamiento adecuado para la ortorexia.
“Cada persona es distinta, por eso, es esencial abordarlo tanto desde el aspecto emocional y psicológico, como nutricional. Con una terapia cognitiva-conductual, podemos identificar los pensamientos que llevaron a esta obsesión y modificar poco a poco la conducta. En cuanto a la nutrición, es posible establecer pautas que consideren la alimentación saludable como base, pero que incluyan los suficientes nutrientes para cuidar la salud”, añadió Nataly Espinoza, Nutricionista de la red Andes Salud.
El apoyo de la familia y las personas cercanas también es fundamental. Contar con una red de confianza, ayudará a mejorar la autoestima, bajar los niveles de estrés y sentirse acompañado en el proceso de recuperación.
¿Te sentiste identificado(a) con los síntomas mencionados en este artículo? En Andes Salud, queremos apoyarte y entregarte las herramientas necesarias para mejorar tu calidad de vida. Agenda tu hora con nuestros especialistas en psicología y nutrición, ¡estamos contigo!