Comúnmente llamado colon irritable, esta condición es bastante frecuente, sobre todo en mujeres menores de 50 años que están viviendo un periodo de estrés importante. ¿Crees que puedes estar experimentándolo? Nuestros especialistas de Andes Salud te cuentan más detalles.
El síndrome de intestino irritable es un trastorno gastrointestinal que afecta el funcionamiento del intestino grueso (colon), que es la última estructura que procesa los alimentos y se encarga de absorber el agua, junto con convertir los desechos líquidos en heces.
Es una patología bastante frecuente, con mayor incidencia en mujeres entre 20 y 40 años, que produce una serie de síntomas que pueden experimentarse en menor o mayor gravedad, dependiendo de cada persona.
Como explicó el doctor Eliu Monasterios, Gastroenterólogo Adulto de Andes Salud Talca, “uno de los factores que puede gatillar o empeorar el síndrome de intestino irritable es el estrés, por eso podemos observar que un mayor número de personas acuden a la consulta justamente a fin de año, que es una época de mayor exigencia y desgaste”.
Además del estrés, ¿hay otras causas del colon irritable?
Si bien, no existe completa certeza de qué es exactamente lo que provoca el síndrome de intestino irritable, las investigaciones apuntan a ciertos factores que pueden aumentar el riesgo de padecerlo.
Dentro de esos factores, que de forma aislada o combinada, pueden generar este trastorno, están:
- Sensibilidad alimentaria: algunas personas con síndrome de intestino irritable pueden experimentar síntomas desencadenados por ciertos alimentos o ingredientes, como lácteos, gluten, alimentos grasos o picantes.
- Problemas de motilidad intestinal: las alteraciones en las contracciones musculares del intestino pueden causar cambios en la velocidad con la que se mueven los alimentos a través del sistema digestivo, lo que puede contribuir a la diarrea o la constipación.
- Alteraciones en la microbiota intestinal: el desequilibrio en la flora bacteriana del intestino puede afectar la función digestiva y desencadenar síntomas de síndrome de intestino irritable.
- Trastornos del sistema nervioso: los problemas en la comunicación entre el cerebro y el intestino pueden desempeñar un papel en este trastorno, ya que algunas personas pueden tener una mayor sensibilidad a las señales intestinales.
- Genética: existe cierta evidencia que sugiere que este síndrome puede tener un componente genético, ya que algunas personas con antecedentes familiares tienen mayor probabilidad de desarrollarlo.
¿Qué síntomas provoca el síndrome de intestino irritable?
Este trastorno digestivo puede manifestarse de distintas formas, sin embargo, existen ciertos síntomas que, a modo general, están presentes en personas con síndrome de intestino irritable:
- Dolor abdominal: puede variar en intensidad y ubicación, y suele aliviarse luego de defecar.
- Estreñimiento y/o diarrea: pueden alternarse o uno de ellos presentar mayor predominancia.
- Hinchazón abdominal y gases: tener el área abdominal muy distendida, junto con una producción excesiva de gases.
- Sensación de evacuación incompleta: que se presenta después de haber defecado.
¿Existe tratamiento para el colon irritable?
El tratamiento del síndrome del intestino irritable se enfoca en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida, ya que no existe una cura definitiva.
“Junto con el impacto físico, este trastorno puede influir en gran medida en la salud psicológica y emocional de las personas, provocando frustración. Con un manejo integral, podemos ayudarlas a recobrar su bienestar”, comentó el especialista.
En caso de síntomas como los descritos anteriormente, podrán recomendarse:
- Cambios en la dieta: identificar y evitar alimentos que desencadenen los síntomas es clave. Algunas personas encuentran alivio reduciendo el consumo de lácteos, alimentos grasos, cafeína, alcohol, alimentos picantes o ciertos tipos de fibra.
- Manejo del estrés: el estrés y la ansiedad pueden desencadenar o empeorar los síntomas. Técnicas de relajación, meditación, yoga y la terapia cognitivo-conductual u pueden ser útiles.
- Medicamentos: como antiespasmódicos para aliviar los cólicos abdominales, laxantes suaves para el estreñimiento, antidiarreicos para la diarrea y medicamentos para el control del dolor.
- Probióticos: algunas personas pueden beneficiarse de los probióticos, que son suplementos que contienen bacterias «buenas» que pueden ayudar a equilibrar la flora intestinal.
- Cambios en el estilo de vida: mantener un horario regular para las comidas y el sueño, hacer ejercicio regularmente y mantenerse hidratado pueden ayudar a controlar los síntomas.
¿Tú o alguien de tu familia está experimentando molestias asociadas al colon irritable? ¡No lo dejes pasar! Agenda tu consulta con nuestros gastroenterólogos de Andes Salud, para una orientación personalizada.
