Al igual que los niños pequeños y las personas inmunodeprimidas, los adultos mayores forman parte de los grupos de riesgo en cuanto al contagio y desarrollo de enfermedades características del invierno, como las causadas por virus respiratorios. ¡Así podemos cuidarlos entre todos!
El otoño-invierno es una temporada en que extremamos las medidas de autocuidado, sobre todo porque aumenta la circulación de virus frecuentes en esta época, como la influenza, el COVID-19 y el virus sincicial.
Aunque a todos nos puede afectar, los adultos mayores tienen especial riesgo de presentar complicaciones en caso de contagio, ya que su sistema inmunológico está más debilitado y además, es más frecuente que tengan condiciones médicas crónicas, lo cual puede ser un factor agravante.
¿Cómo afectan los virus invernales a los adultos mayores?
Las enfermedades respiratorias en adultos mayores pueden evolucionar y agravarse si no se tratan a tiempo y sobre todo, si existen otras enfermedades, como enfermedad pulmonar obstructiva, insuficiencia cardíaca o diabetes.
“Las personas que convivimos habitualmente con ellos, como sus familiares y cuidadores, no sólo debemos aplicar medidas de autocuidado en nosotros mismos para protegerlos, sino que también conocer las señales de alerta, para llevarlos al Servicio de Urgencia cuando sea necesario”, comentó el Dr. Alex Alarcón, especialista en medicina general de Andes Salud Talca.
Ante una infección por virus respiratorio, un adulto mayor puede presentar:
- Fiebre alta y persistente
- Tos con flema
- Dificultad para respirar
- Dolor en el pecho
- Pérdida de apetito
- Confusión o desorientación
- Fatiga extrema
- Presión arterial baja
- Mareos y/o desmayos
Acudir al Servicio de Urgencia puede hacer la diferencia, ya que permitirá estabilizar la salud del adulto mayor de forma oportuna, para evitar mayores complicaciones.
¿Qué medidas permiten protegerlos?
Para que pasen un invierno más sano y protegido, es muy importante que nuestros adultos mayores cuenten con:
- Un ambiente cálido, con sistemas de calefacción seguros y con sus respectivas mantenciones.
- Las vacunas correspondientes, como la vacuna contra la influenza y el COVID-19.
- Una dieta equilibrada, con alimentos nutritivos que fortalezcan el sistema inmunitario y una correcta hidratación, ya que la sensación de sed puede ir disminuyendo a medida que envejecemos.
- Chequeos médicos periódicos para el control y manejo de enfermedades crónicas.
- Aislamiento de personas enfermas o con síntomas respiratorios para reducir la probabilidad de contagio.
Cuidar a nuestros adultos mayores es tarea de todos. ¡Recuerda que en caso de necesitarlo, nuestros Servicios de Urgencia Andes Salud están disponibles 24/7, todos los días del año. ¡La prevención es lo más importante!