Considerando las altas temperaturas en esta época del año, refrescarse en la piscina es una excelente opción para entretenerse en familia, siempre tomando las precauciones necesarias para evitar accidentes. ¡Sigue estos consejos para cuidarte!
Cuando hace mucho calor, como ocurre en enero y febrero, una de las actividades que más nos motivan es disfrutar de la piscina junto a la familia y los amigos.
Además de ayudarnos a lidiar con las temperaturas elevadas, nadar es un excelente ejercicio que potencia la salud cardiovascular y muscular, por lo que es recomendable realizarlo con regularidad, preparándonos de forma adecuada para evitar emergencias.
Como explica el Dr. Elías Kassisse, pediatra de Clínica Andes Salud Chillán, “considerando que el ahogamiento por inmersión es la segunda mayor causa de muerte accidental en niños de 1 a 4 años, las medidas preventivas serán fundamentales”.
¿Tú y tus hijos son fanáticos de la piscina? En Andes Salud te entregamos los consejos precisos para privilegiar el autocuidado en la época de verano.
¿Cómo cuidar a tus hijos en la piscina?
Para que las tardes de piscina no se vean interrumpidas por accidentes o situaciones que ponen en riesgo la salud de los más pequeños, como padres podemos implementar ciertas medidas que nos permitirán estar tranquilos y seguros.
Por eso, antes de que tus niños se bañen en la piscina, recuerda:
- Instalar una reja de protección alrededor de la piscina de al menos 1.35 mts de altura
- Eliminar obstáculos cerca de la reja
- Explicar y acordar con los niños reglas conjuntas a la hora de bañarse
- Contar con elementos de flotación adecuados, como chalecos salvavidas
- Si es posible, inscribirlos en clases de natación para que estén más preparados
Mientras tus hijos se bañen en la piscina, es clave:
- Supervisarlos siempre, incluso si ya tienen conocimiento en natación
- Mantener una distancia cercana para intervenir rápidamente en caso de urgencia (“a un brazo de distancia”).
- Prohibirles jugar a correr o empujar
- Ponerles trajes de baño de colores llamativos, que no sean similares al color de la piscina
¿Qué tipo de flotadores evitar y cuáles privilegiar?
En la actualidad, existen muchísimos tipos de dispositivos de flotación diferentes y aunque algunos pueden parecer atractivos para los niños por su diseño y estética, no son recomendables.
“Hoy en día vemos un mayor riesgo en ese sentido, ya que existen más alternativas en el comercio informal o en plataformas de compra internacionales que ofrecen este tipo de productos a un precio más accesible, pero no cuentan con la certificación adecuada y tienen mayor riesgo de pincharse”, comenta el Dr Kassisse.
Según la recomendación de nuestros especialistas, es mejor evitar que los niños utilicen:
- Colchones inflables
- Flotador circular de cuello
- Flotador circular con patitas
- “Donuts” o flotadores circulares para niños más grandes
- Alitas inflables
- Flotadores inflables gigantes de animales
Lo que sí pueden utilizar con seguridad, es el chaleco salvavidas, el cual debe contar con ciertas características para que cumpla su objetivo:
- Ser de la talla adecuada
- Tener correas que van entre las piernas y sobre el tórax, para que quede bien amarrado
- Contar con sellos de certificación por organismos nacionales y/o internacionales (ISO – USCG)
Como advierte el Dr. Kassisse, es importante explicarle a los niños la importancia de usar un dispositivo adecuado que los proteja. “Puede ser que ellos insistan en usar los que sean más bonitos o atractivos, pero como padres, tenemos la responsabilidad de cuidarlos con lo mejor”.
¿Qué hacer ante una emergencia?
Si tu hijo o hija cae a la piscina accidentalmente, es fundamental que actúes rápidamente para aplicar los pasos básicos de primeros auxilios:
- Retira al niño del agua de inmediato
- Si responde y respira normalmente, envuélvelo en una toalla para darle calor
- Observa si tiene signos como tos persistente, vómito o fatiga y llévalo al Servicio de Urgencias si se mantienen.
- Si no responde o está flotando boca abajo, sácalo del agua y ponlo boca arriba. Llama de inmediato al 131 o al sistema de ambulancias con el que cuentes.
Mientras llega el personal de salud, aplica Reanimación Cardiopulmonar (RCP):
- Inclina la cabeza hacia atrás y levanta el mentón para abrir la vía aérea.
- Si no hay respiración o es anormal, da 5 ventilaciones iniciales, cubriendo la boca y nariz del niño con tu boca. Cada soplo debe ser de 1 segundo y el pecho del niño debe elevarse.
- Luego, realiza 30 compresiones torácicas, poniendo tu mano (dos dedos si es una guagua) justo debajo de la línea de los pezones. Presiona hacia abajo aprox. 4-5 centímetros y realiza las compresiones a 100-120 por minuto (puedes cantar mentalmente “Stayin Alive” de Bee Gees para llevar el ritmo).
- Después de las compresiones, da 2 ventilaciones y luego continúa el ciclo de 30 compresiones y 2 ventilaciones hasta que llegue el personal de urgencia o que el niño recupere la respiración.
- Si empieza a respirar, ponlo de lado para evitar que se atragante si vomita. Cúbrelo para mantenerlo caliente.
Sigue estos consejos para que tú y tu familia pasen unas vacaciones tranquilas y resguardadas. Recuerda que en caso de emergencia, puedes acudir a nuestro Servicio de Urgencia Andes Salud, para entregarte una atención oportuna y cuidar a los que más quieres.
