Este trastorno del sistema nervioso central, que puede afectar a personas de todas las edades, produce alteraciones en el funcionamiento del cerebro, generando convulsiones o comportamientos inusuales. Infórmate y conoce más de la epilepsia con nuestros especialistas de Andes Salud.
Si hiciéramos una comparación entre el cuerpo humano y una computadora, el cerebro sería como el sistema operativo. A través de las neuronas, es capaz de recibir estímulos y responder a ellos generando impulsos eléctricos, transmitiendo la información al resto del cuerpo.
En las personas con epilepsia, existe una alteración en la actividad de las neuronas y los impulsos eléctricos. Al ocurrir de forma inusual, esa actividad eléctrica puede aumentar y generar convulsiones, las que varían en su manifestación, según la zona del cerebro en que ocurrió la alteración.
Entre los distintos tipos de convulsiones generadas en la epilepsia, es posible identificar:
- Convulsiones focales (parciales): se producen cuando la actividad eléctrica anormal afecta solo a una parte del cerebro. Dentro de las convulsiones focales, existen aquellas que no implican pérdida de conocimiento, pero sí, la alteración de los sentidos, de las emociones y de la forma de escuchar. Por otro lado, también hay convulsiones focales más complejas, que producen alteración de conciencia, mirada fija en el espacio sin capacidad de responder al entorno e implica movimientos puntuales y repetitivos.
- Convulsiones generalizadas: este tipo de convulsiones involucran a todo el cerebro y pueden subdividirse en distintas categorías, como las crisis de ausencia (mirada fija en el espacio y movimientos sutiles), las crisis tónicas (rigidez muscular), crisis atónicas (pérdida del control muscular), crisis clónicas (movimientos repetitivos y espasmódicos), crisis mioclónicas (sacudidas) y de tipo tónico-clónico, que son las más graves, generando fuertes espasmos y pérdida del conocimiento.
¿Cuáles son los principales síntomas de la epilepsia?
Considerando que existen distintos tipos de crisis epilépticas y que cada una de ellas puede durar desde algunos segundos, hasta varios minutos, es posible nombrar síntomas recurrentes que pueden alertar sobre la presencia de epilepsia:
- Rigidez muscular
- Movimientos involuntarios en zonas específicas
- Dificultades para hablar
- Mirada fija
- Desmayos
- Morderse los labios y/o lengua sin poder controlarlo
- Sacudidas y/o espasmos de todo el cuerpo
- Recuerdos retrospectivos (flashbacks)
- Alteraciones sensitivas (vista, oído, gusto)
- Desorientación y/o pérdida del sentido del entorno
- Sensación de estar soñando
- Síntomas psicológicos, como miedo intenso o ansiedad
- Caídas repentinas por falta de fuerza en las piernas
¿Qué puede causar la epilepsia?
Si bien, como ocurre con otros trastornos neurológicos como el parkinson, existen distintas teorías sobre la real causa de la epilepsia, la comunidad médica ha determinado como probables factores de su desarrollo:
- Genéticos: a pesar de no ser un factor único o aislado, existen alteraciones en genes específicos, como en los KNCA2 y KCNB1, que ante un estímulo o exposición a factores ambientales determinados, pueden dar lugar a crisis epilépticas.
- Lesiones cerebrales: el daño cerebral producto de un traumatismo por accidentes o lesiones, es factor de riesgo para desarrollar epilepsia.
- Tumores o malformaciones: la presencia de tumores o de alteraciones vasculares en el cerebro son posibles causas, junto con los accidentes cerebrovasculares, que pueden producir epilepsia en adultos mayores de 35 años.
- Infecciones: como la meningitis, absceso cerebral, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y encefalitis viral.
¿Cuál es el tratamiento para la epilepsia?
Como explica la Organización Mundial de la Salud, la epilepsia es uno de los trastornos neurológicos más comunes y se estima que el 70% de las personas que viven con la enfermedad, pueden llevar una vida normal con el tratamiento adecuado.
Si bien, es una enfermedad crónica, el objetivo del tratamiento es reducir la frecuencia e intensidad de las convulsiones, para que la persona pueda realizar sus actividades diarias con mayor tranquilidad.
Para el tratamiento de la epilepsia, podrán utilizarse medicamentos, de forma aislada o combinada, como:
- Antiepilépticos: ayudan a controlar la actividad eléctrica anormal en el encéfalo
- Benzodiazepinas: pueden utilizarse para controlar convulsiones en el momento
Además, en casos en que los medicamentos no generan el efecto esperado, el médico tratante podrá recomendar una cirugía de estimulación del nervio vago, en la que se implanta un dispositivo eléctrico en el pecho que estimula dicha zona, o un procedimiento como la ablación láser estereotáctica, en la que a través de una sonda láser térmica, se destruye el tejido en el que se originan las convulsiones, para reducir su frecuencia e intensidad.
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